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"Soy un afortunado": Ivan Raña
16 abril 2013
Iván Raña Fuentes es una leyenda y un pionero del triatlón gallego y español. Campeón del mundo en el 2002, representó a España en los Juegos de Sídney, Atenas y Pekín.
Este iroman, que somete a su cuerpo a la máxima exigencia, no se rinde y asegura que todavía le queda cuerda.
¿Que queda después de tantos años compitiendo y todos esos éxitos?
El campeonato del mundo de Cancún, en el 2002, fue lo más grande de mi carrera. Ser el mejor del mundo en algo te hace sentir diferente, recuerdo que en los primeros días estuve en una nube. Quería ganar un mundial, correr un rali y ser ciclista y todos mis sueños se cumplieron. Soy muy afortunado. Ahora me marcó nuevos retos, ganar una medalla olímpica, empezar a relajarme y vivir cerca del mar, ir a los polos...
¿Habrá habido algún revés?
Las lesiones. Después de Atenas tuve un año complicado con caídas, me rompí la nariz, un esguince de tobillo, me fracturé una costilla. Fue una etapa en la que estuve estresado de cabeza. Mi nivel bajó aunque creo que fue por desmotivación, no disfrutaba del deporte. Me faltó saber pasar de la gente que pasó de mi. Es lo de siempre, cuando estás arriba [joder...] no te faltan amigos. Haces una carrera mala y ¿Qué pasa aquí?. Te queda tu madre y poco más.
¿El triatlón es de lo más duro del deporte o es todo leyenda?
Los triatletas no hemos sabido transmitir nuestra vida diaria, el esfuerzo que hay que hacer. Yo nado todos los días cuatro kilómetros, hago 150 en bici y 30 a pie. La gente no valora estas cosas, piensa que eres un vago, que has ganado pasta con un par de carreras, y que ahora te dedicas a vivir.
¿Se gana mucho dinero en el triatlón?
Puedes vivir del triatlón y cuantas más carreras ganas, más dinero tienes. Hombre si ganas una medalla de oro en una olimpiada a lo mejor te arregla la vida, te dan algún cargo por ahí o te apoyan para sacar algún proyecto adelante Yo no soy millonario, supongo que el día de mañana, cuando me retire, tendré que trabajar.
¿Viajar mucho por ahí abre los ojos?
Cuando voy a visitar a mis colegas de Australia, Nueva Zelanda o por ahí te quedas asustado, hay una piscina en cada manzana, pistas de atletismo cada dos por tres. Veo a los deportistas jóvenes con logos, patrocinadores... Luego llego a casa, a Órdenes y recuerdo cuando era pequeño, sin piscina, corriendo por las pozas, con una bici prestada y piensas porqué no habré nacido en otro lado.
¿Qué opinión le merece el que Gómez Noya diga que usted ha sido un espejo para él?
Conocí a Javi en una entrega de premios y quedamos para entrenar. Fui a su casa, en Ferrol, y cuando lo vi. ¡Madre mía!. No daba crédito a lo que hacia. Era un chaval sin entrenar y hacia unos tiempos que yo lograba esforzándome al máximo y yo era campeón del mundo. ¡Este cuando despegue lo va a ganar todo! , dije y no me equivoqué. También lo vi sufrir, cuando no le dejaban correr, las ha pasado canutas. Tiene algo... supo canalizar todo muy bien, especialmente de cabeza.
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